viernes, 21 de noviembre de 2008

CASTELLDEFELS (1937-1960) II


El mes pasado dejamos a nuestra protagonista reuniéndose con su padre al retorno de la Guerra, el cual trabajaba de sol a sol para poder comprarse la casa de la calle Dr. Trueta (antes José Antonio, no 18 de Julio, como dije el mes pasado) , donde se trasladaron en el año 1941.
En aquella época en Castelldefels no había panadería y el pan del racionamiento había que ir a buscarlo a la calle Verdi de Barcelona. La Iglesia se utilizaba también para comprar los alimentos con la cartilla de racionamiento. Algunas mujeres iban a comprar el pan a Sant Pere de Ribes y lo traían en el tren para venderlo aquí más caro como estraperlo, para que la Guardia Civil no se lo decomisara tiraban los sacos de pan antes de llegar el tren a la estación donde otros familiares lo recogían.
En aquel tiempo tampoco había médico, sólo un médico militar que estaba en el Castillo. La farmacia más cercana estaba en Gavá, la del Sr. Pepet. La madre de nuestra protagonista sufrió el tétanos en el año 1945 cuando ya estaba aquí el Dr. Claverol , que fue el que la atendió y se pasó dos noches cuidándola e inyectándola hasta que consiguió curarla.
Nuestra protagonista empezó sus estudios en las Escuelas Nacionales (El actual colegio Luis Vives), la profesora se llamaba María Larrea y utilizaban como libro de texto una sola enciclopedia, después del colegio iban a recoger hierba para los conejos. A partir de los 14 años estudió en las monjas en Gavá tareas administrativas, mecanografía y taquigrafía. También aprendió a coser con la Sra. Paquita Burillo.
En los años 40 el turismo no había llegado aún a Castelldefels, pero hay un dato de población bastante curioso. En 1930 había un censo de 797 hab. y en 1940 de 2013 hab., este aumento quiere decir que la Guerra no afectó al censo y que la instalación de la Rocalla en el año 1929 atrajo un gran número de trabajadores del resto de España.
Además de la industria citada la otra actividad principal era la agricultura: En los campos de Moliner ya citados se sembraban maíz, remolacha, rábanos y melocotoneros; en los campos cercanos a la playa habas, ajos, cebollas, tomates y hortalizas en general. Era una agricultura destinada prácticamente al consumo propio.
En cuanto al comercio el primer horno de pan fue el de la familia Patuel, había también una tienda de comestibles y pan (Vilaplana) por donde está ahora el Caprabo. La primera carnicería era de una familia de Gavá que se estableció en la Av. Constitución (antigua carnicería Diego). Otra tienda de comestibles era la de “La Guardiana” situada por donde está el Bingo. La pescadería era de la familia Navarro de Gavá que se instaló en la esquina de las avenidas Constitución y Santa María.
El Ayuntamiento estaba situado en la Vía Triunfal (Avda. Constitución) esquina con Dr. Trueta (al lado de la Joyería Royo). En aquella época los párrocos fueron Mossén Salvador, Mossén Josep y Mossén Joan. Había un grupo de niñas que pertenecían a “Las hijas de María” que ayudaban a limpiar la Iglesia, cantaban en el coro y, una vez al año (el Día de la Vejez), acompañaban a un anciano a misa y volvían a casa, a los ancianos les llevaban a la playa a comer.
En cuanto a los entretenimientos el cine Cataluña estaba situado en la Avda. Sta. María junto al antiguo Bar Sara (actualmente un bar brasileño). El baile se hacía en el Bar del Centro (actual Banco de Sabadell), la planta baja se usaba como café y la de arriba como sala de baile. Había un descanso de media hora en la sesión de baile y en ese rato se apalabraban las parejas para la segunda parte.
En el año 1960 nuestra protagonista contrajo matrimonio y se fue a residir a Barcelona hasta que volvió a Castelldefels en los años 70, pero eso ya es otra historia.

sábado, 15 de noviembre de 2008

CASTELLDEFELS (1937-1960)


Este 12 de Octubre se cumplen cuarenta años de mi llegada a Castelldefels, donde resido ininterrumpidamente desde esa fecha. Por ello he decidido celebrar esa efemérides dedicando un artículo a la historia de la Guerra Civil y la posguerra en nuestro pueblo, como ya hice anteriormente con el de mis padres.
Para ello me he servido de las informaciones de una señora nacida en Castelldefels en 1937 que prefiere mantener su nombre en el anonimato.
Sus padres, procedentes de Valencia, se instalaron en Castelldefels en los años 30 y cuando estalló la guerra su padre trabajaba en la Rocalla. En la época republicana los mítines de los partidos políticos se realizaban en la Plaza de la Caperucita.
En el año 1938 un camión del ejército republicano pasó por el piso donde vivían (entre las calles Dr. Trueta y Onze de Setembre) y se llevaron a su padre y a otros vecinos al frente a pesar de que alegó que era apolítico y que tenía dos niños pequeños.
Después de estar en varios lugares en el frente al acabar la guerra fue encarcelado en Deusto y gracias a la intervención de dos familias acomodadas de Castelldefels pudo volver pronto a casa. Cuando salió de la cárcel le dejaron con la ropa que llevaba y una manta, pero sin dinero para poder volver a Barcelona y con el estómago vacío.
Salió del penal totalmente desorientado y se topó con una señora que llevaba a su nieto al colegio, le pidió humildemente algo de dinero para comprar pan y la señora le dio el bocadillo del niño, nunca se olvidó de este gesto tan caritativo en esos difíciles momentos. Cuando llegó a la estación buscó al Jefe de de la misma y le explicó el problema, al llegar el tren éste habló con el interventor y pudo realizar el viaje hasta Barcelona.
En casa la madre no sabía nada y cuando entró el padre por la calle las vecinas la avisaron y salió a recibirle corriendo para abrazarle, nuestra protagonista tenía tres años y, al bajar unas escaleras para reunirse con el resto de su familia, con la emoción tropezó y se hizo una herida en la barbilla.
Tras el regreso el padre volvió a trabajar en la Rocalla y también realizaba labores agrícolas en los campos de Moliner situados donde está la urbanización de La Muntanyeta, además trabajaba de pastor.
Volviendo a la Guerra Civil Castelldefels sufrió continuos bombardeos, cuando sonaba la sirena avisando del ataque su hermano la cogía en brazos y la llevaba a un solar (donde está el actual edificio antiguo del Ayuntamiento) donde había matorrales y habían hecho unas zanjas para refugiarse. Cuando veían el avión la gente decía “Ya viene la Pava”, bombardeaba la zona de la Rocalla y después se dirigía en dirección al mar.
El padre, como decía, trabajaba de sol a sol para poder comprarse una casa. Un jefe de la Rocalla construyó unas casas de una planta en la calle Dr. Trueta (entonces 18 de julio) detrás de las Escuelas Naciones (actual colegio Luis Vives) que han sido derribadas hace un año. Estas casas se mal llamaron “de la Rocalla”, pero no se han de confundir con las de la calle Iglesia, el motivo era que los empleados de la empresa tenían preferencia a la hora de comprarlas. Al final pudo reunir las 30.000 pts. que costaba la casa y trasladarse a vivir allí con su familia. El próximo artículo hablaré de la vida cotidiana de una joven en el Castelldefels de la posguerra.

LOS JUEGOS OLÍMPICOS


En este mes de Agosto se celebra un acontecimiento deportivo que ya era planetario mucho antes de la globalización actual.
Todo empezó en el año 776 a. C. cuando se empezaron a celebrar en Olimpia, ciudad del Peloponeso, un encuentro de los mejores atletas de toda la Antigua Grecia. Esta ciudad tenía un santuario dedicado a Zeus (padre de los dioses griegos) y en su honor se empezaron a celebrar estos Juegos.
Llegaron a superar en importancia a los Juegos Píticos que se celebraban en la ciudad de Delfos. Los griegos llegaron a contar el tiempo en olimpiadas, que era el periodo de cuatro años entre dos juegos.
Los juegos olímpicos de la Edad Antigua desaparecieron en el año 393 d. C., ya que fueron suprimidos por el emperador romano Teodosio, lo que supone una duración de más de 1100 años.
En 1893 el barón Pierre de Coubertin celebró un congreso internacional de organizaciones deportivas con el fin de resucitar los antiguos juegos olímpicos. Se formó el COI, Comité Olímpico Internacional y en 1896 se celebraron los primeros juegos olímpicos modernos en la ciudad de Atenas, capital de Grecia, en recuerdo de los antiguos juegos de los que éstos pretendían ser herederos.
Los primeros juegos olímpicos de Invierno se celebraron en la localidad francesa de Chamonix en 1924, los primeros juegos Paralímpicos se celebraron en 1960 en Roma y está previsto que para el año 2010 se celebren los primeros juegos olímpicos Juveniles. En el año 2010 se celebrarán en Vancouver (Canadá) los próximos juegos olímpicos de Invierno (en la actualidad los de invierno se celebran dos años después que los de verano).
Desde 1896 sólo ha habido tres años que no se han celebrado, en 1916, 1940 y 1944, debido a las dos guerras mundiales. Los juegos pretenden a través del deporte fomentar la amistad y cooperación entre todos los países del mundo. La bandera olímpica está compuesta por cinco anillos entrelazados (azul, negro roja, amarillo y verde) sobre fondo blanco, los cinco anillos representan los cinco continentes y los colores las banderas del mundo.
Para este año 2008 se eligió Pekín (Beijing) como ciudad organizadora para potenciar la apertura del régimen político chino y para intentar que se limaran asperezas en el problema con el Tibet.
El transporte de la llama olímpica se convirtió en un escenario de lujo para las protestas de los tibetanos. China tiene una población de 1300 millones de habitantes (2004). Las grandes ciudades tienen el aspecto de cualquier ciudad moderna occidental con sus neones y grandes almacenes. Pero la inmensa población rural no goza de tanto bienestar aunque desde 1979 se empezaron a tomar medidas para liberar en parte la economía. En el año 1989 la intervención del ejército en la plaza de Tian’anmen frenó la ayuda internacional al país, a partir de 1992 Den Xiaoping dio el respaldo definitivo a las reformas económicas y se produjo un crecimiento importante del PIB. En la actualidad mantiene buenas relaciones comerciales con Estados Unidos y con la Unión Europea.
La gran ceremonia inaugural mostró la complejidad cultural de una China milenaria con la tecnología del siglo XXI, esperemos que la paloma de la Paz que formaron los mil figurantes en el estadio olímpico sea el espíritu que presida estos juegos y el futuro de este país a menudo contradictorio.

LA DIADA


Un año más los catalanes hemos celebrado el 11 de Setembre, Dia Nacional de Catalunya con los tradicionales pitidos en la ofrenda floral ante el monumento de Rafael de Casanova a algunos políticos (este año también a Laporta) y algunos actos vandálicos por la tarde (todos los nacionalismos exacerbados, y digo todos, incluyendo al español, acaban en la violencia). por lo demás fue un día sin incidentes y festivo.
Conmemoramos el 11 de septiembre de 1714, fecha en que Barcelona tuvo que rendirse ante las tropas de Felipe V de Anjou, tras casi un año de asedio. Como dijo Serrat en una canción: “Mil años hace que el sol pasa / pariendo esa curiosa raza / que con su llanto hace un panal. / Y de su sangre y su derrota/ día de fiesta nacional.”
Pero esta fecha es el final de un proceso, el final de la Guerra de Sucesión española (1702-1714) que se produce a la muerte del rey Carlos II el Hechizado, último rey de la Casa de Austria, que muere sin descendencia en el año 1700.
Ya en vida del rey se propusieron tres candidatos para la sucesión ante la confirmada esterilidad del monarca, Fernando José de Baviera, Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV de Francia y biznieto de Felipe IV de España) y el archiduque Carlos de Austria (hijo del emperador Leopoldo de Austria y biznieto de Felipe III de España). En un principio se optó por el candidato de Baviera, pero éste murió en 1699 y quedaron el candidato borbón y el candidato de la Casa de Austria.
Aragón y Cataluña preferían al candidato de la Casa de Austria, ya que temían que el centralismo borbónico acabara con sus libertades y privilegios y Castilla a Felipe de Anjou (futuro Felipe V).
Carlos II acabó nombrando heredero a éste último, lo que suponía el control de España y Francia por la misma casa real, a lo que se oponían los austriacos, los ingleses, los aragoneses y los catalanes. Así la guerra promovida por las potencias internacionales acaba convirtiéndose en una guerra civil, Castilla y Francia contra Aragón, Cataluña, Inglaterra y Austria.
En 1705 una conjura inglesa logra entregar el control de Barcelona al candidato austriaco, que la convierte en su capital hispánica. A partir de ahí se desarrolla la guerra en la península a favor del ejército francocastellano.
Al morir el hermano del archiduque Carlos, éste es nombrado emperador de Austria y los ingleses dejan de ayudar a aragoneses y catalanes porque tampoco les interesa la unión del imperio austriaco con el español.
Los tratados de Utecht (1713) reconocen a Felipe V como rey de España a cambio de entregar los dominios europeos a las potencias en litigio: Gibraltar y Menorca para Inglaterra, Sicilia para Saboya, y Cerdeña, Nápoles, el Milanesado, Luxemburgo y lo que queda de Flandes para Austria.
El 11 de septiembre de 1714 un herido Rafael de Casanova (1660-1743), conseller en cap, rinde Barcelona tras un durísimo asedio a las tropas de Felipe V . En 1716 se dicta el Decreto de Nueva Planta que acaba con todos los fueros y prerrogativas de Cataluña. De 1715 a 1718 se construyó la fortificación de la Ciudadela en lo que era el barrio de la Ribera como símbolo de represión, en 1848 fue bombardeada por Espartero desde Montjuic y allí se construyó el parque de la Ciudadela que en 1888 fue sede de la Exposición Universal de Barcelona, pero eso ya es otra historia.

lunes, 27 de octubre de 2008

VICENTE BLASCO IBÁÑEZ


Nació en Valencia en 1867 y murió en la Provenza en 1928, lugar donde se exilió al subir al poder Miguel Primo de Rivera y desde donde criticó a éste y a Alfonso XIII, como republicano convencido que era.
Pero dejaré de lado su faceta política para centrarme en la literaria. Durante un breve exilio en 1890 en París contactó con los naturalistas liderados por Émile Zola y esto le influyó notablemente en su carrera literaria posterior. De esta influencia naturalista surgieron cuatro novelas vinculadas a su Valencia natal: Flor de Mayo (1896), La barraca (1898), Entre naranjos (1900) y Cañas y barro (1902).
Cañas y barro y La barraca fueron llevadas a la televisión en forma de serie por TVE en los años 1978 y 1979.
Este comentario surge por la reciente lectura de dos de estas obras citadas anteriormente, La Barraca y Flor de Maig, en una traducción al catalán de 1927, ya que el autor aunque sabía hablar en valenciano era de padres maños y no escribió casi nada en catalán.
La barraca es una descripción del campesinado de la huerta valenciana donde quedan reflejadas perfectamente su forma de hablar, de vivir, de relacionarse, de trabajar, etc. Es un drama rural donde una barraca abandonada (símbolo de la rebelión de un campesino ante su amo) es cultivada al cabo de los años por alguien venido de fuera, lo que provocará el odio de la huerta y un final a sangre y fuego.
En Flor de maig, nombre de una marca de tabaco de contrabando y de una barca, lo que se describe minuciosamente es la vida de los pescadores del barrio del Cabanyal en Valencia. Otro drama sin concesiones en el que el motor de la tragedia final son los celos.
Si Pereda se permite en su naturalismo ciertas dosis de humor y finales felices, Blasco es más comparable al Galdós de Tristana, que tampoco hace concesiones ni al argumento ni a sus personajes. No puedo compararle con Pardo Bazán, pues leí Los pazos de Ulloa hace mucho tiempo y no lo recuerdo.
Como conclusión final recomiendo la lectura de estas obras por lo que aportan al conocimiento de la forma de vida de las clases populares en la segunda mitad del siglo XIX, por otra parte creo que carga las tintas en la parte dramática del argumento. Supongo que eso estaría influido por el gusto de sus lectores.
Nota: Saltó a la fama internacional con la novela Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916) dedicada a la primera guerra mundial y defendiendo al bando aliado, fue traducida al inglés y muy leída en Estados Unidos.

lunes, 4 de agosto de 2008

EL ABRECARTAS



Excelente novela de Vicente Molina Foix, nacido en Elche (Alicante) en 1946. Estudió Filosofía en Madrid y se graduó en Historia del Arte por la Universidad de Londres. Fue elegido por José María Castellet para incluirlo en su antología de 1970 eNueve novísimos poetas españoles junto a Vázquez Montalbán, Martínez Sarrión, José María Álvarez, Félix de Azúa, Leopoldo M. Panero, Pere Gimferrer, Guillermo Carnero y Ana María Moix.
Además de poeta, novelista y dramaturgo ha cultivado la crítica literaria y cinematográfica, también ha traducido obras de teatro de Shakespeare.
Por esta obra le fue concedido el Premio Nacional de Narrativa el año pasado.
La novela está escrita en género epistolar y los personajes que aparecen y desaparecen como el Guadiana conforman una crónica de la historia intelectual (y no intelectual, como el personaje de Angelico) de España desde la Guerra Civil hasta el año 2000.
Me recuerda por su estilo a los Tres Tristes Tigres de Guillermo Cabrera Infante (aunque la del cubano no es epistolar) por el relato fragmentado y por los juegos de palabras que utiliza en los dos capítulos dedicados al cine protagonizados por el personaje Maenza (que acabo de leer en un artículo que fue real). El primero de ellos es el que menos me ha gustado de la novela, lo veo demasiado surrealista y teórico en contraste con el resto de la obra, que es más humano.
En esta novela, que empieza con unas cartas dirigidas por un compañero de escuela a García Lorca (seguramente no enviadas, ya que no llevan dirección), se mezclan personajes reales y ficticios que forman un mosaico de la historia de la posguerra española desde un punto de vista intelectual y humano al mismo tiempo.
El autor sabe manejar diferentes registros lingüísticos con maestría para dar a su obra verosimilitud y complicidad con el lector. Se lee con facilidad, el léxico es sencillo y no es necesario acudir casi al diccionario.
Los personajes más conseguidos (que supongo ficticios) son Alfonso, Setefilla, Angelico, Ramón; pero el que me ha parecido más logrado es el triple personaje Trinidad López Douce / Ramiro Fonseca / Tercera Persona, que precisamente cierra la novela de una forma un tanto abrupta.
Desde aquí recomiendo su lectura, tanto por su valor testimonial como por su calidad literaria indiscutible. Al estar escrito en forma de cartas no se hace pesado, el único inconveniente es que a veces hay que volver hacia atrás para seguir el hilo argumental. No me quiero extender en el comentario para que cada uno saque sus conclusiones.

martes, 22 de julio de 2008

FRASES HECHAS II

Continuaré con el tema de las frases hechas, pero esta vez en catalán, analizando su significado y su origen. Como ya expliqué en el artículo anterior el concepto de frase hecha pasaré directamente a los ejemplos que he escogido.
L’any de la picor significa referirse a un tiempo lejano y remoto, esta frase tiene su origen en el hecho de que en el año 1471 hubo en Cataluña una epidemia de pulgas, además fue un año de malas cosechas y de hambre, las pulgas producían en la gente el picor que aparece en la frase.
Fer-se el beneit significa librase de algo y proviene de la Edad Media, en esa época se pagaba un impuesto por entrar en alguna ciudad, portalatge; o por pasar un puente, pontatge o pontazgo. Los deficientes estaban exentos, así como los músicos, actores, etc., por eso hay otro dicho que dice pagar amb cançons.
Calçar-se les sabates significa prepararse para un trabajo duro, esta frase tiene su origen en que los frailes descalzos cuando tenían que salir del monasterio y realizar un viaje largo tenían que calzarse los pies.
A la taula de l’abat qui no hi és no hi és comptat, esta frase quiere decir que a quien no hace acto de presencia en un lugar no se le tiene en cuenta, proviene de que cuando en un convento se sentaba el abad a la mesa si algún fraile llegaba tarde por cualquier motivo ya no podía comer y tenía que esperar a la comida siguiente.
Acabar com el rosari de l’aurora, esta frase también se usa en castellano y significa que algo acaba bastante mal. Tiene su origen en que los fieles se reunían de madrugada en una procesión rezando el rosario, en Barcelona esto se hacía en el carrer Ponent (actual Joaquim Costa) y los vecinos de esa calle se burlaban de la procesión hasta que un día les llegaron a tirar el contenido de los orinales encima. Esto provocó una gran pelea y las autoridades tuvieron que prohibir esta procesión, de ahí también viene el dicho El carrer de Ponent, bon carrer i mala gent.
Ser nou de trinca quiere decir que algo está nuevo y sin estrenar, esta frase viene de los juegos de pelota, éstas eran fabricadas por los zapateros con cuero cosido y cuando se botaban y golpeaban iban perdiendo la forma, a botar la pelota se le llamaba trincar-la, por eso la pelota nova de trinca era la que no se había botado todavía.
Anar d’Herodes a Pilat significa ir de un lado a otro sin conseguir nada y la frase tiene su origen en el hecho narrado por la Biblia cuando Jesús es enviado por el gobernador romano Pilatos al rey judío Herodes para que lo juzgue y éste se lo devuelve a Pilatos sin hacerlo.
Escoltar cants de sirena también se usa en castellano y significa poder caer en la tentación o escuchar un ofrecimiento peligroso. Según la mitología griega, desde una isla cercana a Sicilia las sirenas entonaban sus cantos a los navegantes para que se acercaran a la costa y naufragaran. Ulises tuvo que amarrarse al mástil de su barco para poder oír su canto.
Me han quedado otras frases en el tintero como bufar i fer ampolles (ser algo fácil), llogar-hi cadires (algo extraordinario), somiar truites (hacerse ilusiones), tocar el dos (irse precipitadamente), etc. Publicaré este artículo en mi blog http://castellsahagun.blogspot.com/ para que los interesados en el tema aporten comentarios relativos al origen de frases hechas en castellano y catalán, así como su significado. Gracias a tod@s.

lunes, 21 de julio de 2008

ENTRE LIMONES


Chris Stewart, británico, amigo de infancia de Peter Gabriel y batería de Génesis a los dieciocho años, esquilador de ovejas en Suecia, escritor de guías turísticas de China, viajero incansable; decidió poner fin a tan azarosa vida comprando un cortijo en Las Alpujarras granadinas llamado El Valero.
En esta obra Chris nos explica con un gran sentido del humor (mitad inglés, mitad alpujarreño) su llegada al cortijo allá por 1987, la convivencia con el antiguo propietario del cortijo, la llegada de su mujer Ana, el nacimiento de su hija, etc.
Narra los tres o cuatro primeros años de su vida en Las Alpujarras (después ha escrito dos libros más sobre el mismo tema), evidentemente es un libro dirigido al público británico, pero lo puede leer cualquiera. Aunque sea un libro de aventuras domésticas y de caracterización de personajes (a veces en clave de humor, otras veces en serio, incluso con ternura y cariño) lo hace con un gran respeto y no cae en la fácil tentación del folclorismo para ganar más adeptos entre sus paisanos lectores.
De hecho, aunque sin perder sus raíces como es lógico, consigue integrarse bastante en el entorno físico y humano que le rodea. Su amigo Domingo es una importante ayuda para el acoplamiento del nuevo “Cristóbal”, como le llaman sus vecinos.
Otra curiosidad es que habla de la “colonia” de extranjeros que también vive en Las Alpujarras, sobre todo, ingleses y holandeses; y su especial relación con ellos.
Personalmente, he disfrutado mucho con la lectura de este libro, rezuma optimismo y sentido del humor, ecologismo, situaciones chocantes, lucha por la supervivencia económica y muchas más cosas interesantes para un urbanita como yo.

martes, 15 de julio de 2008

LOS PRÍNCIPES VALIENTES


Esta “novela” de Javier Pérez Andújar (Sant Adrià de Besòs, 1965) habla de la infancia de un niño en un pueblo de los arrabales de Barcelona en las postrimerías del régimen franquista.
He elegido esta novela porque yo viví en Sant Adrià de 1962 a 1968, aunque la acción transcurre en 1974. El autor narra su experiencia con los libros, los comics, las series de televisión y su deseo de convertirse en escritor de mayor para dejar constancia de su tiempo y de la historia de su familia.
La obra es de gran calidad literaria con momentos poéticos, lo que no me gusta es que dedica la mitad a hacer ensayos sobre literatura, cómics y series de televisión. Creo que podría haber contado más y haber filosofado menos.
Dedica parte de la novela a hablar de la historia de su familia, de su pueblo de origen, de la lucha sindical y política al final de la dictadura. Esa parte se tenía que haber potenciado más para mi gusto, pues creo que había material para ello, pero el autor ha optado por inventarse una infancia poética con sus momentos épicos y tristes.
De todas maneras recomiendo la lectura de la novela pues desempolva recuerdos entrañables para los que somos de esa generación y, repito, su calidad literaria es innegable como ya he comentado.

martes, 1 de julio de 2008

EL DUEÑO DEL SECRETO


Queridos amigos:

Perdonad mi inactividad en el blog, pero el trabajo en los meses de mayo y junio me absorbe completamente y no me queda tiempo para nada. Ahora intentaré ponerme al día y hacer algunos comentarios de los libros que he leído últimamente.
Empezaré por la novela que da nombre al título de Antonio Muñoz Molina. Me lo regaló mi hermana y cuando vi el autor me dio un poco de repeluzno, ya que hacía años me enfrenté a otra novela del mismo autor, "El invierno en Lisboa" (1988), y en ese momento me pareció muy espesa y no la terminé, cuando digo espesa me refiero a farragosa no a que no tuviera calidad literaria.
Las cuatro novelas que no he terminado en los últimos años a pesar de mi disciplina espartana han sido ésta que acabo de citar, "La mar es mala mujer" de Raúl Guerra Garrido y "Galíndez" de Manolo Vázquez Montalbán y "Barrio de Maravillas" de Rosa Chacel. Espero intentarlo de nuevo en otro momento.
Volviendo a "El dueño del secreto" además de engancharme desde las primeras páginas pasé un rato muy agradable con su lectura. Es amena, sencilla, tiene acción, está bien escrita y no enconté ningún parecido con "El invierno en Lisboa". Es una opinión personal, como todas las que vierto en este blog, pero quiero dejar constancia de la diferencia de registro literario que puede haber entre dos novelas del mismo autor.
El argumento se basa en la historia de un supuesto y frustrado intento de golpe de estado antes de la muerte de Franco.

FRASES HECHAS

Según el Diccionario de la RAE, una frase hecha es aquélla con sentido figurado que se usa de forma inalterable, de uso común y que no incluye sentencia alguna. El hecho de que no sea sentenciosa la diferencia de los refranes y los proverbios. Las frases hechas pasan de generación en generación y los hablantes conocen su significado pero normalmente no conocen su origen. Por ejemplo cuando decimos que alguien “toma las de Villadiego” sabemos que su significado figurado es que huye de algún lugar de forma precipitada, pero no sabemos el significado literal. Este artículo tratará de aclarar de donde provienen esas frases hechas que usamos en el habla coloquial de forma más o menos abundante.
Empezaremos con la del ejemplo, ya he explicado el sentido figurado de la frase ahora vamos a intentar explicar de dónde viene. Villadiego es un pueblo burgalés y una de las hipótesis es que era famoso por la fabricación de alpargatas, alforjas y calzas, todas cosas necesarias para realizar un viaje. Otra hipótesis habla de que Fernando III el Santo concedió un privilegio a los judíos de Villadiego prohibiendo que se les prendiese, tenían que llevar un distintivo que eran las calzas (calzones) de este pueblo. Así cuando empezaron las persecuciones en Burgos y Toledo los judíos se ponían estas calzas para huir a un lugar seguro.
La frase “no hay tu tía” para expresar que no hay remedio para un problema proviene de la palabra atutía, que era un ungüento medicinal usado por los árabes para curas oftalmológicas.
“Morder el polvo” significa humillarse o darse por vencido y proviene esta expresión de los caballeros de la Edad Media, que cuando se sentían mortalmente heridos cogían un puñado de tierra y lo mordían despidiéndose con este ritual de la Tierra y de la vida.
Cuando decimos de una persona “que tiene muchos humos” nos referimos a una persona altiva o que simula una posición económica o social que no le pertenece. Esta frase proviene de una costumbre de la antigua Roma consistente en que las familias distinguidas colocaban en el patio de la casa bustos de piedra de sus parientes. Estas imágenes se iban oscureciendo con el paso del tiempo por efecto del polvo y del humo. Por ese motivo cuando una familia tenía muchos bustos “ahumados” quería decir que su linaje era antiguo y aristocrático.
“Tirar la casa por la ventana” expresa hacer gastos desmesurados, esta expresión tiene su origen en la costumbre del siglo XIX de tirar los muebles por la ventana cuando a alguien le tocaba la Lotería Nacional en España, ésta fue instaurada en 1763 en tiempos de Carlos III.
Usamos la frase “A buenas horas, mangasverdes” para quejarnos de la tardanza en recibir un auxilio o una recompensa. Los Reyes Católicos crearon en 1476 el cuerpo de la Santa Hermandad, una especie de policía, comentan los cronistas de los siglos XVI y XVII que este Cuerpo se ganó a pulso la fama de impuntualidad, pues llegaban tarde para solucionar los conflictos. Como en el uniforme llevaban una bocamanga verde la gente les reprochaba su tardanza con la citada frase.
Bueno, por este mes se me acaba el tiempo y el espacio, para el mes que viene intentaré comentar algunas frases hechas en catalán. Otra peculiaridad de las frases hechas es que no se pueden traducir a otra lengua.

martes, 29 de abril de 2008

JOSE MARIA DE PEREDA


Acabo de leer “El sabor de la tierruca”, novela de José María de Pereda publicada en 1882. El autor nació en Polanco (Santander), vivió después en Santander capital y fue a estudiar a Madrid de 1852 a 1854. En 1855 murió su madre y después contrajo el colera. Padeció neurastenia de joven y se agravó de mayor cuando murió su hijo primogénito en 1893 cuando estaba escribiendo “Peñas arriba”, que publicó en 1895.
Fue diputado por el partido carlista en 1871, pero dejó pronto la política y se dedicó a escribir y a la gestión de sus negocios.
La obra se enmarca claramente en el movimiento realista-naturalista de la segunda mitad del siglo XIX. El primer capítulo, por ejemplo, lo dedica a la descripción física y casi “psicológica” de un roble al que llaman “la cajigona”. Después empiezan a aparecer los personajes principales de la novela que son descritos también minuciosamente como “la cajigona”. Los personajes establecen sus relaciones hasta llegar a un “final feliz” y el autor inserta abundantes capítulos para describir también con todo lujo de detalles las costumbres y el paisaje de la Montaña.
Los personajes creados por el autor son unos más “normales” que otros, algunos como Don Juan de Prezanes o Don Valentín llegan a la caricatura. Se entiende esta exageración teniendo en cuenta la ideología carlista del autor que ridiculiza a estos liberales a ultranza, sobre todo en el caso de Don Valentín, que en algunos momentos adquiere caracteres quijotescos.
Para terminar quisiera comentar que este “irrealismo” de los personajes dentro del “realismo” de la novela me ha recordado los personajes un tanto forzados también de otro autor realista como Pérez Galdós en su novela “Tristana”.
Otras novelas que he leído de esa época son “La Regenta” de Clarín y “Los Pazos de Ulloa” de la Pardo Bazán.
En resumen, el argumento y la estructura de la obra es muy simple y lo que la salva son las escenas costumbristas por su valor histórico, la recuperación del lenguaje popular y la habilidad con el lenguaje del autor.

viernes, 25 de abril de 2008

LA POSGUERRA III


Volvemos a Sahagún por tercera y última vez para hablar de la vida cotidiana en la posguerra de la Tierra de Campos, para hablar, en definitiva, de la infancia y juventud de mis padres.
Mis abuelos paternos se llamaban Gerardo, de ahí mi nombre, (1891-1959) y Eustasia (1894-1959), ambos murieron antes de mi nacimiento. Mi padre nació en 1931 y era el segundo más joven de los hermanos. Fueron nueve hermanos, pero tres murieron de pequeños y una murió con 26 años a causa de la mala alimentación que recibía estando sirviendo en Madrid.
En el pueblo había una escuela grande con siete clases (4 para niñas y 3 para niños) y había otra clase para niños en otro edificio detrás del Ayuntamiento, donde ahora está situado el Ambulatorio, ahí iba mi padre. No tenían libros y la enseñanza se basaba en las explicaciones del maestro, tomaban notas, hacían dictados y trabajaban mucho el Catecismo.
Dejó la escuela a los 13 años y ya se puso a trabajar en el campo (como ya expliqué en otro artículo las faenas agrarias ahora no me extenderé). La parte más dura del año era “hacer el verano”, es decir, la época de la cosecha. Se segaba con una cosechadora, no a mano, las gavillas de espigas se amontonaban para luego acarrearlas hasta las eras. Allí se trillaba la mies para separar el grano de la paja, se aventaba y el grano limpio se ensacaba y almacenaba. Estas operaciones duraban los meses de julio y agosto, 60 días de trabajo ininterrumpido y sólo dos fiestas para descansar, el 25 de julio (día de Santiago) y el 15 de agosto (festividad de la Virgen que aún se celebra en muchos pueblos de España, pero sin su motivación original), se solía dormir al raso en el campo una media de 4 ó 5 horas diarias.
De mediados de septiembre a finales de octubre se dedicaban a la vendimia de los viñedos (allí llamados majuelos), trabajaban hombres, mujeres y adolescentes de ambos sexos. Se trabajaba de sol a sol por un jornal de 14 pesetas, los que llevaban la uva a los carros en cestos ganaban algo más.
De noviembre a junio, pasada la vendimia, se seguía trabajando en las viñas alumbrándolas (escarbar la tierra), sulfatándolas y podándolas; esta última operación era muy delicada y de ella dependía la cosecha del año siguiente. Mi abuelo era experto en ello y le enseñó a mi padre.
En cuanto a las diversiones, además del baile y los paseos en el caso de las mujeres, los hombres iban después de comer al café cuando el trabajo lo permitía. Se entregaban los jornales en casa y le daban a mi padre una propina de 15 ptas. para toda la semana. Un café costaba 6 reales (1,50 pts.), una entrada de cine 6 pts. y una entrada al baile 3 pts. Si iba con una chica al cine gastaba 12 ptas. y le quedaban 3 para toda la semana. Por eso había que ser hábil en los juegos de cartas para que el café saliera gratis y no estar de mirón, se jugaba a la brisca, al tute y al tute subastado.
Algunos de los chavales se encuadraban en Falange y otros en los Requetés (de origen carlista), cada unos tenían su propio local donde reunirse, los primeros iban de uniforme azul y los segundos de color caqui y boina roja. A veces se peleaban entre ellos y, cuando iban los domingos a misa, iban en formación y los chicos con unos fusiles de madera al hombro.
En una ocasión, estuvo Franco en León (1947 ó 1948), y pusieron trenes gratis para ir a verle y dieron 10 pesetas por persona para la merienda. Mi padre fue con un amigo para aprovechar y ver a su hermana Toli que estaba sirviendo allí. Lo que más recuerda mi padre es el discurso de Serrano Súñer (cuñado y mano derecha del General), Franco sólo salió un momento a saludar al balcón.
A partir de 1956 su hermano mayor, Paco, se vino a Barcelona recomendado por un policía secreta nacido cerca de Sahagún y fue llevando a toda la familia. Mi padre se casó con mi madre en 1960 y se la trajo a Barcelona... pero eso ya es otra historia.

domingo, 20 de abril de 2008

LA POSGUERRA II


El mes pasado dejamos a mi madre ayudando en las tareas de la casa y a sus hermanos en las tareas agrícolas a muy temprana edad. Ahora continuaremos con otros aspectos de la vida cotidiana en la posguerra.
En el año 1952 se instala en el pueblo una industria de fabricación de galletas denominada popularmente “la galletera”, fue un tímido intento de potenciar el sector secundario, ya que mi madre trabajó en ella desde que se abrió hasta el año 1955, fecha en que la citada industria desapareció. Así que el pueblo volvió a vivir de la agricultura y ganadería y del pequeño comercio como siempre (sectores primario y terciario).
Mientras trabajó en la fábrica siguió ayudando en casa, ya que las hermanas mayores se iban casando y abandonando el hogar familiar, de todas formas mi abuela las siguió ayudando después de casadas ahorrando como podía. El poder adquisitivo de los salarios era bajo, aunque ahora tampoco estamos para tirar cohetes.
La dieta consistía en un desayuno (sopas de ajo o leche con pan migado), en una comida a base de cocido de garbanzos (sopa, garbanzos, carne, tocino, chorizo, etc.) y la cena se componía de sopa de ajo o legumbres y pescado (jurel, sardina, palometa, etc.). Los domingos como algo especial se podía comer un arroz negro con calamares (el marisco no se había inventado todavía). También se comían huevos, jamón serrano, queso de oveja y productos de las huertas que se cultivaban a orillas del río Cea.
En cuanto a las diversiones el fin de semana largo consistía en el domingo y el que criaba ganado ni eso, trabajaba todos los días. El domingo la gente se arreglaba lo mejor que podía (si se moría un familiar cercano el luto duraba tres años) y se iba a misa de 12, al salir de misa había un baile que llamaban “del vermut” de 13 a 14 horas, pero era para gente más bien acomodada. El baile multitudinario era de 20 a 23 horas en una sala que se llamaba “La Pista”, antes del baile se paseaba un rato por la plaza del pueblo.
En la Fiesta Mayor de San Juan de Sahagún (12 de junio) se hacían los encierros de los toros, había las correspondientes fiestas taurinas, concursos de pelota en el frontón, fuegos artificiales, atracciones y cucañas para los niños, carreras de cintas, verbenas con orquesta en la plaza, etc. Los carnavales también se celebraban, pero no se podía ir con la cara cubierta.
Volviendo al aspecto económico existía una cartilla de racionamiento para los productos básicos: Pan, aceite, azúcar, arroz, legumbres, etc. Había que ir al Ayuntamiento a buscar un cupón mensual que iba en función del número de personas que integraban la familia. Si la familia producía algún producto racionado éste no se compraba y se cambiaba por otra cosa, por ejemplo, azúcar; o se vendía, como ocurría con el tabaco que no se consumía (ya que los varones mayores de 18 años tenían derecho a unas cajetillas al mes), a un precio superior al tasado. Lógicamente estaba prohibido.
El llamado estraperlo consistía en eso, vender productos del racionamiento a terceras personas por un precio muy superior. Había muchas personas que vivían de esto comerciando ilegalmente a cierta escala de unos lugares a otros, la Guardia Civil se encargaba de evitarlo, aunque en algunas ocasiones hacían la vista gorda.
En el próximo artículo cerraré este ciclo de la posguerra añadiendo algunos aspectos desde el punto de vista de mi padre.

LA POSGUERRA I


Voy a intentar explicar la vida cotidiana de la posguerra desde el punto de vista de mi madre. La acción transcurre en un pueblo de Tierra de Campos llamado Sahagún, perteneciente a la provincia de León, casi fronterizo de las provincias de Valladolid y Palencia.
Mis abuelos maternos se llamaban Fermín (1998-1968) y Emiliana (1902-1982), mi madre nació en 1934 y era la segunda más joven de los siete hermanos que sobrevivieron (dos hombres y cinco mujeres). Mi abuela tuvo dos abortos y una niña que se llamaba como mi madre que murió a los ocho meses, la mortandad infantil era muy elevada en aquella época.
Mi abuelo era ganadero de ovejas y, antes de que naciera mi madre, existía cierta pujanza económica en la casa familiar. Se vendía la lana de las ovejas, parte de los corderos que nacían y se fabricaba un queso que tenía prestigio en el pueblo y alrededores.
En 1930 y por un problema del arrendamiento de unos pastos mi abuelo, sin pensarlo mucho, vendió el rebaño de ovejas y compró un rebaño de vacas. De las vacas se obtenía la leche y la venta de los terneros, pero el negocio era menos beneficioso que el de las ovejas. Para complementar los ingresos arrendó unas tierras para sembrar forraje para las vacas, trigo, legumbres, etc.
Así que cuando vino mi madre al mundo la holganza económica de la familia no era tanta como antes. Cuando llegó la guerra fraticida mi madre tenía entre dos y cinco años, así que no recuerda prácticamente nada. Era zona nacional y lo único que le contó mi abuela era que veían pasar aviones y se escondían en las casas, pero pasaban de largo y no hubo combates ni aéreos ni terrestres en la zona.
Pasó una infancia y juventud en plena posguerra, como decía su hermano mayor, Fermín, “el hambre pasa por delante de la puerta, pero no entra en casa”. Empezó a ir a la escuela en párvulos en un colegio de monjas, luego pasó a las escuelas nacionales. Allí una sola profesora daba clase a una veintena de niñas, el material escolar era una enciclopedia, una pizarra con sus tizas y un cuaderno con una plumilla que se mojaba en el tintero adosado al pupitre. Los consiguientes manchones en el cuaderno propiciaban golpes de regla en las uñas o pasar un rato de rodillas. Algunas tenían también un estuche de lápices de colores.
Las niñas de más recursos tenían un cabás para llevar las cosas que consistía en una caja de cartón forrado con un asa y con un cierre para sujetar la parte superior que hacía de tapa, mi madre y otras compañeras usaban una bolsa de tela que les hacían sus madres. Otra anécdota es que cuando salían al patio algunas se iban a los huertos próximos a ver si había alguna cosa comestible, cuando eso ocurría se les iba el santo al cielo y llegaban tarde a clase, eso causaba el mismo castigo que los manchones de tinta.
Mi madre tuvo que dejar la escuela a los doce años, ya que tenía que ayudar a su madre en las faenas domésticas y a sus dos hermanos en el trabajo del campo (quitar forraje en primavera, traer comida para las vacas cargando el peso sobre la espalda, etc.) En 1950 mi abuelo compró unos majuelos (viñedos) y mi madre iba a recoger los palos de las viñas cuando se podaban y a limpiar el forraje que crecía entre ellas.
En el artículo próximo os seguiré hablando de este tema que para mí resulta apasionante, hablaré de las diversiones y más temas económicos.

miércoles, 16 de abril de 2008

Blanca Varela


Hola, amigos, el último libro de poemas que he leído es de Blanca Varela, una poeta peruana nacida en los años 20 que vivió en París durante el tiempo de las vanguardias, tanto pictóricas como literarias. La antología se titula Donde todo termina abre las alas y está publicada en el Círculo de Lectores.
Si tuviera que definir su estilo la encuadraría dentro del surrealismo, el léxico que usa es sencillo pero las relaciones semánticas las rompe de una manera tan brutal que para mí se convierte en una poesía poco menos que críptica.
Si la tuviera que comparar con poetas españoles lo haría con Gamoneda, otro poeta que no me llega en la mayor parte de sus poemas. Valente siendo oscuro es más inteligible que los dos anteriores.
Desde luego, el hecho de que no me guste no quiere decir que no sea positivo leer su obra, ya que las relaciones semánticas que establece aunque no las entienda a veces son de una belleza plástica extraordinaria. Eso sí, aconsejo leer a esta poetisa cuando tengáis el ánimo en buen estado, ya que realiza una búsqueda interior que acaba en un nihilismo profundo, lo que un poco deprimente.
Como dice Gamoneda en el epílogo Blanca busca volver al útero materno y pretende recordar su inexistencia antes del nacimiento, ¿No os parece un poco heavy ?
Los últimos poetas que he leído, Gamoneda, César Antonio Molina (ministro de Cultura) y Blanca Varela no me han llegado. El último que leí que me entusiasmara fue Joan Margarit.
Bueno, de momento nada más, ahora estoy con una novela realista del XIX de José María de Pereda, ya os contaré