viernes, 30 de enero de 2009

ALFONSO VI Y EL CLUNY EN SAHAGUN

DIARIO DE LEÓN

Sahagún ya es cluniacense
Una placa en el monasterio de San Benito certifica desde ayer que la localidad forma parte, de manera oficial, de la Red europea de Sitios Cluniacenses.
Sahagún descubrió ayer la placa que convierte a la villa en miembro de la Red de Sitios Cluniacenses, en un acto enmarcado dentro del Encuentro Internacional de Cultura Cluniacense que la localidad acoge desde el pasado martes y que concluye hoy con la celebración de varias mesas de trabajo.
La ceremonia estuvo presidida por el alcalde de Sahagún, Emilio Redondo, que actuó de anfitrión ante M. Gaudard, presidente de la Federación de Sitios Cluniacenses y D.C. Voros, director de la misma institución. En el transcurso del acto, Gaudard hizo entrega al alcalde de un volumen editado por la federación, mientras que el director Voros fue el encargado de entregar al Ayuntamiento la moneda oficial, acuñada por la federación en una edición numerada, y que supone la acreditación de que Sahagún forma parte de la red europea. El regidor facundino se comprometió a conservar la moneda «en un lugar privilegiado» para que fuera visible para todos.
Por su parte, el presidente de la Federación de Sitios Cluniacenses destacó la importancia de que una villa como Sahagún se incorpore a la red, como reconocimiento fiel del devenir histórico de la localidad. Gaudard expresó su «satisfacción» por el encuentro celebrado en la villa facundina «con la mirada puesta en el futuro de convivencia, amistad y participación entre todos los que hacemos realidad el día a día de la federación.»
En el acto también estuvieron presentes el resto de la delegación internacional participante en el encuentro procedente de varios lugares de Francia y Portugal, así como los enviados de Palencia y Cataluña.
La jornada de ayer se completó con la visita de los participantes al museo de las Madres Benedictinas y al sepulcro del rey Alfonso VI, cuyo centenario se conmemora este año. También acudieron a visitar monumentos en Grajal de Campos, San Pedro de las Dueñas y en Carrión de los Condes.
Hoy tendrá lugar la clausura del encuentro, con la celebración de dos mesas de trabajo y una nueva visita turística para conocer el patrimonio más interesante de la zona.
El próximo acto enmarcado en el noveno centenario de Alfonso VI será la celebración, en abril, de un simposio en Nueva York, en el que se hablará sobre el futuro del monasterio de San Benito

sábado, 24 de enero de 2009

SANTA MARIA DE CASTELLDEFELS. UN SIGLO


La historia de nuestra Iglesia comienza cuando D. Manuel Girona i Agrafel (1818-1905) decide comprar en 1897 terrenos en Castelldefels, Gavá y Begues pertenecientes a la antigua Baronia de L’Eramprunyà. Entre estos terrenos se encuentra el recinto formado por el castillo y la Iglesia de Santa María de la Salud.
En aquella época tanto el castillo como la Iglesia se encontraban en muy mal estado, por lo que el Sr. Girona procede a una restauración muy importante de todo el recinto. Dado que la Iglesia quedará para el culto privado de la familia decide construir una nueva para el culto público en unos terrenos deshabitados y alejados del centro del pueblo en aquella época, pero cercanos a la estación de ferrocarril.
Con el tiempo el centro del pueblo (calles Arcadio Balaguer, Iglesia, Mayor, Isaac Peral, Tomás Edison, etc, lo que es ahora el barrio del Castillo-Pueblo Viejo) se trasladó a la actual plaza de la Iglesia, con la consiguiente revalorización de los terrenos situados entre la Iglesia y la Estación.
La Iglesia fue construida entre 1903 y 1909 y consagrada el día 19 de diciembre de 1909 por el Obispo Joan Laguarda y dedicada también a Santa María de la Salud. Las obras fueron dirigidas por el arquitecto Enric Sagnier i Villavecchia (1958-1931), que fue el mismo que dirigió las obras de restauración del Castillo i la Iglesia antigua promovida por Manuel Girona.
La planta de la Iglesia originaria es de cruz latina con tres ábsides. La fachada es neorromántica de estilo bizantino construida con piedra clara de las canteras de Montjuïc. Tiene almenas que recuerdan el castillo y las torres de defensa que defendieron nuestra ciudad de los ataques de los piratas. Entre las dos torres laterales había un campanario de espadaña que desapareció.
Durante los años 1929 y 1930 se hicieron unas reformas dirigidas por M. Déu i Amat que afectaron a la casa rectoral y a la sacristía. En el año 1936, durante la Guerra Civil, se incendió la Iglesia afectando a la techumbre de madera y se quemaron también los archivos parroquiales. Durante un tiempo fue utilizada como mercado público y la rectoría permaneció abandonada.
El rector Joseph Codiñach se hizo cargo en el año 1948 e inició las obras de restauración de la iglesia dirigidas por el arquitecto Nilo Tusquets (el mismo que dirigió las obras del edificio antiguo del Ayuntamiento, el cual fue inaugurado el 14 de agosto de 1951) intentando respetar los planos originales de Enric Sagnier. La principal variación que realizó es que dividió la nave única en tres naves,una central y dos laterales, correspondiendo cada una con uno de los ábsides. La familia Viñas en 1949 donó la imagen de una Virgen tallada por Joaquim Sabaté, que es la que preside la Iglesia en la actualidad.
En 1950 el pintor Josep Serrasanta (1916-1998) realizó los frescos de los tres ábsides y en 1958 decoró las dos paredes laterales. Recuerdo que cuando de pequeño iba a misa y me distraía del sermón del entrañable Mossèn Joan Sunyer (nombrado rector en 1960) me quedaba ensimismado contemplando esas hermosas pinturas. El arquitecto Miguel Pérez Sánchez en 1985 realizó el campanario metálico que hay en la parte superior de la fachada en forma de cruz.
La fachada de nuestra Iglesia lleva un siglo contemplando la vida de los castelldefelenses y el crecimiento de nuestra ciudad, cuando se construyó vivían poco más de 300 habitantes y ahora somos casi 60.000.
Quiero acabar este artículo agradeciendo a Neus Lorenzo y a Jordi Navarro sus publicaciones, básicas para la confección del mismo.

FELIZ NAVIDAD


Un año más nos vemos inmersos casi sin darnos cuenta en las fiestas navideñas, esta vez con el adorno adicional y previsible de la crisis económica que dejará exhaustos nuestros bolsillos y nuestras tarjetas de crédito. Así que el año 2009 no empezará con la tradicional cuesta de enero sino con una pared vertical de ésas que usan los escaladores para entrenarse.
Pero de todos modos, hagamos un poco de historia. La Navidad proviene de unas fiestas paganas, en Roma se celebraban las fiestas en honor del dios Saturno en el solsticio de invierno, del 19 al 25 de diciembre, esa semana se celebraban fiestas y banquetes. En el Norte de Europa se celebraba en esas fechas la fiesta llamada Yule, en la que se quemaban grandes troncos de árbol adornados de cintas.
La fecha del nacimiento de Cristo ha sido motivo de controversias teológicas importantes que llegaron a su fin cuando en el Congreso de Nicea celebrado el año 325 se consagra definitivamente el 25 de diciembre como mecha oficial del natalicio. Pero hubo teólogos de Alejandría que, dado que según los Evangelios no se decía la fecha y los pastores estaban al aire libre y el cielo estrellado sitúan la fecha entre los meses de abril y mayo.
Dado que estamos en el siglo de las comunicaciones y la globalización planetaria las tradiciones se pasan de unos países a otros y a veces surge la duda de qué tenemos que celebrar o cómo adornar nuestros hogares en esas fechas.
A la hora de que los niños reciban sus regalos, ¿quién se los ha de traer, los Reyes Mayos o Santa Claus?. La tradición de los Magos de Oriente se remonta al propio Evangelio de San Mateo, pero no especifica ni cantidad ni raza, fue el Papa León I El Magno quien en el siglo V estableció la identidad y el número de tan entrañables personajes.
En cuanto a Santa Claus, Europa del Norte recoge la vida y leyenda de San Nicolás y le convierten en el sustituto de los Magos en los países anglosajones. Éste nació en Asia Menor y la peste acabó con la vida de sus padres, repartió su herencia entre la muchedumbre que se había salvado de la epidemia y fue a buscar a su tío, que era Obispo de Myra (Turquía), al morir su tío fue nombrado obispo de esa ciudad. Desde el siglo XIII es muy venerado (santo patrón en Rusia y Grecia) y es el encargado de repartir los regalos a los niños y niñas de Europa y América.
Cuando vamos a decorar nuestras casas ¿optamos por el belén o por el árbol de Navidad? El belén o pesebre parece provenir del siglo XIII, San Francisco de Asís invitó a un grupo de pastores a realizar un belén viviente y quedó así establecida la tradición
El árbol de Navidad unos lo sitúan ya entre los egipcios y los romanos, otros en Alemania; cuando San Bonifacio predicaba a los druidas que el roble no era sagrado uno de ellos cayó y arrastró a los árboles menores a su paso, sólo se salvo un abeto al que llamó “árbol del Niño Jesús”. Otros sitúan su origen en Alsacia y otros en Inglaterra. En España su uso es relativamente reciente por influencia de los países anglosajones.
Bueno, dicho todo esto, que cada uno elija las tradiciones que más le gusten. Lo verdaderamente importante es poderlas pasar con la gente que queremos, familia y amigos, y que estos buenos sentimientos de paz y solidaridad nos duren todo el año, no sólo estas fechas.