martes, 21 de julio de 2009

LA REBELIÓN DE LAS ALPUJARRAS


Hace unos meses, comentando con José Molero (Novi para los amigos) alguno de mis artículos me estuvo hablando de un tal Fernando de Córdoba y Válor y de las rebeliones moriscas en las Alpujarras. Le comenté que un día investigaría sobre el tema y por fin ha llegado ese momento. Este artículo se lo dedico al Novi y a todos los catelldefelenses originarios, directamente o a través de sus antepasados, de la provincia de Granada (que son bastantes).
La historia empieza con la toma en 1492 por los Reyes Católicos del último bastión musulmán en la península, el reino de Granada, que comprendía los territorios de las actuales provincias de Granada, Málaga y Almería y estaba gobernado por Boabdil el Chico. Tras la conquista se firmaron unos pactos que permitían a los musulmanes conservar su religión, su Derecho y sus costumbres.
No obstante, se intenta una conversión pacífica de la población en un principio (los musulmanes convertidos son denominados moriscos; las conversiones de mudéjares, musulmanes en territorio cristiano, se empezaron a realizar en el siglo XII) y presionando más adelante con la intervención del cardenal Cisneros.
Estas presiones produjeron la primera rebelión morisca en 1501. En 1502 los Reyes Católicos publican una Pragmática obligando a la conversión, con lo que incumplieron los pactos firmados con Boabdil.
A lo largo del siglo XVI se mantiene una calma tensa, pero en 1568 se produce la segunda rebelión en las Alpujarras liderada por el noble morisco Aben Humeya (1545-1569). Su nombre cristiano era Fernando de Córdoba y Válor. Su familia se convirtió a la conquista de Granada y por su colaboración los Reyes Católicos le concedieron el señorío de Válor a su abuelo.
Era miembro del cabildo municipal de Granada cuando en 1568 Felipe II prohibió la religión musulmana, esto le hizo abjurar del cristianismo y encabezar la rebelión gracias a las influencias de su tío, así fue nombrado “rey de los andaluces”.
Resistió a las tropas de Felipe II dirigidas por los marqueses de Mondéjar y de los Vélez y, al final, por Don Juan de Austria. Debido a su despotismo se crearon disensiones entre los moriscos y fue asesinado en extrañas circunstancias en su palacio de Laujar de Andarax. Le sucedió como líder de la rebelión su primo Aben Aboo, posible instigador de su asesinato, éste fue derrotado en 1571. Los moriscos fueron deportados hacia otras zonas y las Alpujarras se repoblaron con castellanos del norte de la península.
Una curiosidad a añadir son los denominados Juegos Moriscos de Aben Humeya. En 1569, poco antes de morir, mandó celebrar en Purchena (Almería) unos Juegos en los que se incluían pruebas deportivas de ascendencia griega como el levantamiento de peso, lucha, carreras, lanzamiento de honda, etc., además de concursos de danza y canto. Esto lo hacía para mantener entrenada a la tropa y para recordar las tradiciones y las costumbres musulmanas. Desde 1993 se celebran en Purchena en agosto unas fiestas recordando este hecho histórico–deportivo.
Juan Antonio Samarnch, presidente del Comité Olímpico Internacional hasta el año 2001, habló en una ocasión de estos Juegos como el eslabón perdido que unía los Juegos Olímpicos de la Antigüedad Griega con los modernos.

DE SOLSTICIOS Y EQUINOCCIOS


Por fin este mes llega el verano, esa estación tan esperada por todos, por sus días longevos y soleados; aptos para disfrutar de la playa, la montaña, de una charla amena con los amigos en la terraza de un bar y un largo etcétera de actividades que el buen tiempo propicia.
El día 21 de junio empieza el estío y es el día del solsticio de verano (día más largo y noche más corta) que celebraremos como siempre con la coca, el cava, la flama del Canigó, el salto sobre las hogueras, el lanzamiento endiablado de petardos, etc.
Los días 21 de septiembre y 21 de marzo, comienzo del otoño y de la primavera se producen los equinoccios, que como su nombre indica esos días la luz y la oscuridad igualan sus tiempos.
Por último, el 21 de diciembre, comienzo del invierno, es el solsticio de invierno (día más corto y noche más larga), que celebraremos con unos días de retraso con las fiestas navideñas, herederas de fiestas paganas anteriores al cristianismo.
Pero todo este tema astronómico me lleva a pensar en las cosmogonías de las diferentes culturas que pueblan o han poblado este pequeño planeta tan maltratado en la actualidad por la especie humana.
Esta palabra griega significa la explicación que cada cultura o religión ha dado al origen del universo. En el caso del Occidente cristiano y los hebreos no me voy a extender, pues todos conocemos el libro del Génesis de la Biblia, como Dios creó el mundo y a Adán y Eva, la manzana que nos expulsó del Paraíso, etc.
Los antiguos babilonios creían en una lucha de dioses anterior al mundo de la que salió vencedor Marduk, que ordenó a Ea que creará el mundo, creó al hombre con arcilla y con la sangre de un dios y los hombres estaban destinados a servir a los dioses.
En la antigua Grecia, si nos basamos en Hesíodo (finales s. VIII a. C.), la creación del mundo tendía cuatro fases: para resumir, en la tercera fase Zeus logra no ser devorado por su padre Cronos y se hace con el poder y en la cuarta fase Zeus y los dioses menores vencen a los titanes. Pero los filósofos griegos buscan el origen del mundo en la razón y el pensamiento: Tales de Mileto (s. VI a. C.) opina que el origen del universo es el agua, Pitágoras cree que está en los números, otros en el logos, etc.
Los egipcios tenían varias creencias: la creación por el dios del sol Ra, la creción por el dios Ptah, que crea por lo que su corazón desea y su boca pronuncia y el mito de Osiris y sus hijos Horus y Seth (éste mató a su padre, una especie de Caín bíblico).
Los chinos creían en un caos anterior al mundo, “el huevo cósmico” en el que vivía un ser superior llamado Pan-Ku, éste ordenó el mundo creando el cielo y la tierra y sosteniendo con su cuerpo ambos elementos, después cada parte de su cuerpo se convirtió en el viento, el sol, la luna, las montañas, el agua, etc.
Estos son pequeños ejemplos muy resumidos, pero cada cultura y cada religión tiene su mito explicador del origen del mundo. Volviendo a nuestro mundo occidental la ciencia también pretende investigar el origen del universo, la teoría física del big-bang “la gran explosión” es la más extendida. El año 2008 se puso en marcha el acelerador de partículas más grande del mundo (LHC) cerca de Ginebra para hacer colisionar haces de protones a gran velocidad y recrear artificialmente el momento del big bang.
Bueno, después de este breve viaje por la astronomía y por alguna de las creencias que hablan del origen del universo volvemos al principio: el comienzo del calor, las medusas en la playa, la calle Iglesia levantada para convertirla en zona peatonal en la época más adecuada del año, la calle Isaac Peral y la calle Mayor en el mismo estado para instalar los colectores de aguas pluviales, otras obras interminables; en fin, todo preparado para que los turistas disfruten de nuestra ciudad-gruyer.

martes, 14 de julio de 2009

LOS AYUNTAMIENTOS


De todos es sabido que el pasado mes de marzo del 2009 se produjo el relevo de alcalde en nuestro Ayuntamiento, el Sr. Joan Sau sucedió a Antonio Padilla al igual que éste en el 2002 sucedió al Sr. Agustín Marina en sendas mitades de su legislatura.
Mi intención en esta columna es hablar de la historia de los ayuntamientos. Según el diccionario de la RAE “ayuntamiento” significa “Corporación compuesta de un alcalde y varios concejales para la administración de los intereses de un municipio”.
Y entrando ya en la historia, los ayuntamientos son una institución originaria de Castilla que se remonta al siglo XIII. El gobierno de los municipios se realizaba mediante una asamblea general de vecinos denominada normalmente concejo. Este concejo elegía al “justicia” o “alcalde” según los lugares y era acompañado de un funcionario nombrado por el rey que recibió los nombres de “regidor” o “corregidor” a lo largo del tiempo.
Los mandatarios del concejo tenían atribuciones de todo tipo, administrativas, judiciales, de defensa armada, etc. Pero poco a poco el concejo se fue restringiendo y la asamblea vecinal dio paso a que los cargos municipales (sobre todo en ciudades) fueran copados por las familias privilegiadas, ya fueran nobles o burguesas.
Los Reyes Católicos en el año 1500 dieron más poder a sus representantes en los ayuntamientos (corregidores), lo que les permitía “de facto” controlar los mismos. Felipe V, tras la guerra de Sucesión, uniformó la organización municipal en toda España y, en Cataluña, las “universitats” fueron transformadas en “regimientos” o “ayuntamientos” y el poder municipal recayó prácticamente en manos de la autoridad monárquica.
Los ayuntamientos constitucionales se consolidaron en 1812 con “La Pepa”, la Constitución dictada por las Cortes de Cádiz, pero sólo perduraron hasta 1823, en que se produjo la reacción absolutista de Fernando VII. En 1924, bajo el gobierno de Primo de Rivera, entró en vigor el Estatuto Municipal, que fue el inspirador de las nuevas normas de administración local. El Parlament de Catalunya promulgó sus leyes municipales en 1933 y 1934 durante la Segunda República, las cuales estuvieron en vigor hasta el 1939.
Acabada la Guerra Civil se formaron Comisiones Gestoras en los Ayuntamientos y los cargos eran nombrados por el Gobernador Civil. Con la entrada en vigor de la Ley de Bases de Régimen Local en 1945 el alcalde sigue siendo nombrado por el Gobernador Civil y los concejales mediante un sistema de elección restringido mediante tres tercios. El tercio familiar entre los cabezas de familia, el tercio sindical entre los miembros del sindicato vertical de Falange y el tercio corporativo entre los industriales y comerciantes del municipio. A partir de los años sesenta en los tercios familiar y sindical se introducen personas no vinculadas al régimen e incluso sindicalistas de izquierdas, lo que favoreció la transición.
La Constitución de 1978 instaura la elección de la corporación municipal por sufragio universal y en abril de 1979 se celebran las primeras elecciones democráticas. En Castelldefels el PSC obtuvo 8 concejales, el PSUC 5, la UCD 4, Independientes 1, ERC 1, el PCOC 1 y CIU 1. Como el PSC-PSOE no obtuvo mayoría absoluta tuvo que pactar con los partidos de izquierdas y Agustín Marina se convirtió en el primer alcalde democrático de nuestra ciudad.

ALFONSO VI


Los que sigan asiduamente mi columna ya deben saber que mis padres nacieron en Sahagún, un pueblo de Tierra de Campos en el SO de la provincia de León y paso obligado de los peregrinos del Camino de Santiago.
Este año se celebra el IX Centenario de la muerte del rey Alfonso VI de León y Castilla llamado el Bravo (1040-1109) y el pueblo natal de mis padres se une a esta celebración, ya que este rey estuvo muy vinculado al mismo por los hechos que ahora relataré, pero empecemos por el principio.
Fernando I de Castilla y Sancha de León tuvieron tres hijos: Sancho, Alfonso y García. El primero heredó el reino de Castilla, el segundo el de León y el tercero el de Galicia; los tres heredaron también parias que se cobraban a varios reinos de taifas musulmanes (las parias eran unos tributos que cobraban los reyes cristianos a los musulmanes).
Sancho y Alfonso tenían diferencias, ya que Sancho se consideraba el primogénito y sucesor de todos los reinos de su padre, pero se unen momentáneamente para despojar a su hermano García del reino de Galicia. La tregua se rompe con la batalla de Golpejera en el 1072, gana Alfonso pero no persigue a su hermano Sancho y éste, aconsejado por el Cid, contraataca y consigue la victoria. Alfonso es encarcelado en Burgos y escapa al taifa de Toledo, otros dicen que se refugió en el Monasterio de San Benito de Sahagún y huyó con la ayuda del abad y el conde Pedro Ansúrez.
Sólo Zamora en poder de su hermana Urraca (partidaria de Alfonso) se escapa al control de Sancho, éste la sitia con sus tropas y un noble zamorano llamado Vellido Dolfos (personaje literario más que real)) se hace pasar por traidor con la excusa de mostrarle los puntos débiles de las murallas, consigue apartarlo de su guardia y lo asesina, con su muerte Alfonso se hace con el control de los tres reinos.
Según el Romancero y el Poema del Mío Cid ante la sospecha de que Alfonso estuviera implicado en la muerte de su hermano el Cid le hace jurar en la iglesia de Santa Gadea de Burgos que es inocente y esto provoca el posterior destierro del Cid de los reinos de Alfonso. Un romance pone en boca del Cid estas palabras “Desterróme el rey Alfonso / porque allá en Santa Gadea / le tomé su juramento / con más rigor que él quisiera....” y en el principio del Poema del Mío Cid aparecen los siguientes versos cuando el Cid entra en Burgos camino del destierro: “Convidar le ien de grado mas ninguno non osava / el rey Don Alfonso tanto avie la grand saña / antes de la noche en Burgos del entro su carta / .... que a mio Çid Ruy Diaz que nadi nol diesse posada,...). En la actualidad hay dudas sobre la veracidad del destierro, ya que Alfonso le casa con su sobrina Doña Jimena.
Del año 1072 al año 1086 se dedica a expandir su territorio, ya sea guerreando o a través de pactos. Cuando el 1085 invade el taifa de Toledo se titula “emperador de las dos religiones”. Los reyes de taifas andaluces piden ayuda a los almorávides y del 1086 al 1097 realizan cuatro desembarcos que marcan la decadencia del imperio de Alfonso. El año 1108 se encuentra en Sahagún con una herida que le impide montar a caballo y se produce la batalla de Uclés (Cuenca) contra los almorávides, los cristianos son derrotados y allí muere su hijo heredero al trono.
Alfonso muere en Toledo en 1109 y fue enterrado según su deseo en el Monasterio de San Benito de Sahagún, villa a la que tenía gran aprecio y a la que concedió fueros en el año 1085. Durante la desamortización de Mendizábal (1836) los restos del rey Alfonso y cuatro de sus seis esposas se trasladaron al vecino Monasterio de las Madres Benedictinas de la Santa Cruz, lugar en el que se encuentran en la actualidad.